lunes, 18 de marzo de 2013

Y entonces se hizo la luz ...

 
Nunca imaginé que todo tuviera una meta, que todo camino condujera a algún lugar, después de mucho tiempo he aprendido que al final las piezas siempre terminan por encajar, no importa cuánto se tarde, siempre, al final todo cobra sentido. Tras mucho tiempo de vagar errante, hay un lugar seguro, entrañable. De repente he encontrado mi paraíso perdido. No he dejado de ser una loba solitaria y salvaje, simplemente llevo otro corazón nacido del mío que late sin cesar y que es capaz de impregnar el alma de la más maravillosa luz que nunca he sentido. He vuelto a nacer a una vida que me mira a los ojos y cuya inmensidad calculo pero nunca diviso a ver. Todas mis intuiciones se han tornado verdaderas y no hay mejor momento que el siguiente que está por venir. Esta loba acuna a su cachorra, le susurra sobre sus antepasados y se le llenan los ojos de lágrimas cálidas cuando este trozo de mí percibe el instante mágico de su sonrisa. Mi pequeña lobezna quiero acurrucarte siempre en mi regazo y desde que habitaste en mí, hice un juramento sagrado siempre  contigo de la mano en esta vida y en las siguientes. Cada una de mis cicatrices cobra sentido son testimonio de vivencias y pruebas de fé que a lo largo de este camino te iré contando... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario